Hace tiempo me compré unos cascos inalámbricos, en concreto el modelo MDR-RF810R de Sony. Mi intención era utilizarlos con el ordenador, para olvidarme de los molestos cables.
Los cascos y el transmisor
Por desgracia, sólo puedo utilizarlos con la televisión porque tienen un serio defecto: a los cuatro minutos de no recibir señal acústica la base transmisora se apaga (supuestamente para ahorrar energía… lo que es ridículo porque no usa pilas sino un transformador; son los cascos en sí los que utilizan baterías, y ellos nunca se desconectan). En ese momento los cascos pegan un petardazo muy fuerte. Con la tele no es un problema porque cuando termino de verla, la apago y me quito los cascos, pero con el ordenador puedo ver un vídeo y, al terminar, seguir leyendo o trabajando con los cascos puestos, por lo que cuatro minutos después, estando todo en pleno silencio, los cascos me sueltan el petardazo sin previo aviso. Afortunadamente no es muy difícil resolver este problema, así que en esta entrada voy a explicar como lo hice.
Una mirada al interior
Al desmontar el transmisor nos encontramos con este circuito.
Un circuito bastante sencillo
A primera vista parece muy sencillo: un par de transistores que, probablemente, amplifiquen un poco la entrada, algunos condensadores de filtrado, y una caja metálica que, seguramente, contiene la parte de alta frecuencia. Pero en realidad tiene truco, porque si le damos la vuelta nos encontramos con el verdadero circuito:
Parece que hablamos demasiado pronto…
El primer gran problema que nos encontramos es que los números de los chips están borrados. Afortunadamente hay uno que sí se puede leer más o menos, y que resulta ser un chip con cuatro amplificadores operacionales. Analizando el circuito que lo acompaña se nota cierta estructura simétrica, lo que nos hace sospechar que puede tener que ver con algún tipo de proceso de señal estéreo.
Tras analizar con cuidado todo, llegamos a la conclusión de que la señal de sonido se divide en dos partes: por un lado se envía directamente al chip de la derecha, que resulta ser un modulador de FM, y por otro se envía a ese circuito que vimos antes, donde se detecta si hay o no señal. La salida del modulador de FM es una señal en banda base modulada en estéreo, la cual se pasa al transmisor localizado dentro de la caja metálica en el otro lado de la placa, que sube la frecuencia hasta la banda deseada y la envía a la antena. Este transmisor recibe su alimentación a través de un regulador de tensión diferente al del resto de la circuitería, el cual, además, está controlado desde el modulador de FM para poder encenderlo y apagarlo a voluntad.
Al principio se me ocurrió que si forzaba la alimentación del transmisor, de manera que siempre estuviese encendido, resolvería el problema. Por desgracia no funcionó. Sospecho que es porque se trata de un simple elevador de frecuencia, por lo que si no hay una señal desde el modulador de FM, la salida sigue siendo nula. Ante esto llevé mi investigación al resto del circuito.
Bloques principales del transmisor FM
El detector/amplificador de pulsos detecta cuando hay señal de audio en la entrada del transmisor, momento en que activa el transistor de conmutación. De esta manera éste conecta su salida a masa cuando hay una señal de audio, o la deja flotante cuando no la hay, en cuyo caso una resistencia de pull-up fija una tensión de entre 4,8 y 5,6 voltios. Esta salida está conectada directamente al modulador de FM (línea naranja), y es la que reinicia el contador de cuatro minutos de apagado cada vez que se detecta señal.
La deducción lógica de todo esto es que, para que el transmisor no se desactive nunca, basta con cortocircuitar dicho transistor, de manera que su salida esté siempre a cero voltios, haciendo creer así al modulador FM que hay una señal de audio en todo momento. Para ello basta con cortocircuitar los dos pines marcados en la imagen de abajo con la línea rosa (el círculo rodea al transistor de conmutación):
El circulo naranja rodea al transistor de conmutación; el trazo rosa indica los dos pines que hay que cortocircuitar
Y con esto resolvemos el problema y ya podemos usar los cascos sin miedo a sobresaltos.