¿Termoqué?

Llevo una temporada pensando en cambiarme de ordenador. A fin de cuentas, un Durón a 1’3GHz es algo que ya empieza a estar obsoleto. Por otro lado debo reconocer que en el fondo es un capricho, pues salvo porque los vídeos de YouTube van algo justitos, el resto me va perfectamente; por eso mi intención era no gastarme mucho dinero.

Decidí tirar por un Sempron 3000+, pues las últimas versiones tienen soporte de 64 bits y, al estar fabricados con tecnología de 90nm, disipan muy poco, y como soy un fanático del silencio es algo que me viene genial, pues eso significa menor velocidad en el ventilador del disipador. Por supuesto eso implicaba un ventilador termorregulado, similar al modelo de Artic Cooling que tengo ahora, el cual ajusta su velocidad automáticamente en función de la temperatura del procesador.

¡Cual sería mi sorpresa al encontrarme con que no hay disipadores termorregulados para AMD! Bueno, miento: supuestamente, los disipadores que vienen de fábrica con el propio procesador sí son termorregulados, de manera que al combinarlo con la tecnología Cool’n’Quiet se consigue una reducción efectiva del ruído. Pero los disipadores de terceros, como Zalman o Termaltake, parecen dividirse solamente en dos categorías: velocidad regulada manualmente (son disipadores muy poco más grandes de lo normal y que incluyen un potenciómetro para que ajustes tú mismo la velocidad) o «de bajo ruido» (disipadores gigantescos con ventiladores que funcionan a baja velocidad, pero siempre a la misma). No tienen ninguno termorregulado (o, al menos, yo no he encontrado ninguno).

Así pues, sólo tengo tres opciones, y todas tienen inconvenientes, en concreto:

  • El disipador «de fábrica»: no se hasta qué punto será silencioso, sobre todo si tenemos en cuenta que algunas placas de Asus incorporan una tecnología que monitoriza la temperatura del procesador y baja aún más la velocidad del ventilador (bajándole el voltaje).
  • El disipador de ajuste manual: ni de coña. En pleno siglo XXI no pienso ajustar yo mismo la velocidad cuando es algo que se puede hacer automáticamente y por muy poco dinero. Además, un elemento mecánico como un potenciómetro es mucho menos fiable que un componente 100% electrónico, como es un sensor de estado sólido.
  • El disipador «de bajo ruido»: no sirve cualquier placa ni cualquier caja, pues pueden tener diámetros de hasta 15 cm y podrían tropezar con algún condensador. Además suelen pesar más de 600 gramos, cuando las especificaciones de AMD indican que el disipador no debería superar los 450 gramos; esto puede ser un problema al trasladar el equipo en un coche, por ejemplo.

Probablemente lo que haga sea probar el disipador «de fábrica», y si veo que no me convence ir a por uno «de bajo ruido».

Los Pentium 4, por su parte, han resuelto ésto de otra manera: según leí en Tom’s Hardware hace tiempo (lo siento, no tengo el enlace) las últimas versiones llevan ventiladores con cuatro hilos en lugar de tres, usándose el cuarto para controlar la velocidad de giro desde la propia placa (supongo que basándose en la temperatura medida por el sensor interno del procesador). De todas maneras, un Core Duo se sale de presupuesto, y un Prescott se calienta demasiado, así que será AMD.

CC BY-SA 4.0 ¿Termoqué? por A cuadros está licenciado bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.

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