Por circunstancias de la vida he tenido que usar Windows 10 en una máquina virtual sobre Linux, así que, por comodidad, decidí usar VirtualBox. Mi sorpresa fue descubrir lo terriblemente lento que iba. Por algún motivo se pasaba todo el rato accediendo al disco duro, y eso enlentecía el sistema hasta límites exasperantes.
Afortunadamente, rebuscando, encontré la solución:
- Pulsar «Windows»+R, para ejecutar una aplicación, y lanzar «services.msc»
- Buscar «Windows Search» y «Superfetch».
- En cada uno, ir a Propiedades, detenerlo, y desactivarlo.
- Profit!