Hace unas semanas descubrí la saga de juegos de Deponia, y la verdad es que estoy enganchado. Además, hay versiones nativas para Linux en GOG games, y a un precio asequible, lo que es una maravilla.
Las tres primeras aventuras funcionaron en mi sistema Debian sin el más mínimo problema, pero la cuarta, sin embargo, sufría de un problema raro: al lanzarla se quedaba como colgada, con la pantalla en negro, y no aparecía el menú principal hasta que pulsaba ESC. Además, lo hacía sin sonido, lo que era muy sospechoso.
Al lanzarlo desde un terminal vi que salían una serie de errores referentes a que no podía abrir el dispositivo PCM de ALSA (el subsistema de sonido de Linux). Enseguida sospeché que el problema podía venir por tener PulseAudio gestionando todo el tema del audio. En concreto, el cuelgue del principio parecía que era porque intentaba mostrar un vídeo de presentación, pero se quedaba esperando a que la tarjeta de sonido estuviese lista (y por eso al pulsar ESC se desbloqueaba: porque cancelaba el vídeo y pasaba al siguiente paso).
La solución consistió en redireccionar el sonido PCM de los programas ALSA a través de PulseAudio. Para ello sólo tuve que crear un fichero llamado .asoundrc en mi directorio personal con este contenido:
pcm.!default {
type pulse
}
Gracias a él, ahora todos los programas que, por defecto, trabajan con ALSA, ahora enviarán su salida a través de PulseAudio. Esto es posible gracias al diseño de ALSA: mientras que en la vieja arquitectura OSS el programador abría el dispositivo de sonido directamente y utilizaba llamadas IOCTL para configurarlo, y llamadas read y write para capturar y emitir sonido, en ALSA se anima a utilizar únicamente una serie de bibliotecas de más alto nivel. Lo interesante es que esto permite que el programa se desentienda por completo de a donde se envía el sonido, pues eso lo decide el propio usuario mediante la configuración. Así, por defecto iría directamente al hardware, pero el sistema de plugins de ALSA permite enviarlo a cualquier otro sitio al poder definir tarjetas de sonido virtuales. Así, tenemos dos módulos especialmente interesantes que son pcm_pulse y pcm_jack, que permiten integrar de manera transparente cualquier aplicación ALSA con los demonios de sonido PulseAudio y JACK. El primero es justo el que utilizamos en el fichero de configuración de arriba.
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